miércoles, 16 de octubre de 2013

Pastel terciopelo rojo



Ingredientes:


Para el bizcocho:

* 300 g. de azúcar.
* 2 huevos.
* 250 g. de harina.
* Dos cucharadas (15 g.) de cacao en polvo.
* 240 ml. de buttermilk.
* 115 g. mantequilla sin sal en punto pomada (dejada a 

temperatura ambiente durante al menos una hora).
* Una cucharadita de levadura química.
* Una cucharadita de esencia de vainilla.
* Una cucharadita de vinagre blanco.
* Una cucharadita de bicarbonato sódico.
* Media cucharadita de sal.
* Colorante alimentario rojo suficiente para tintar el bizcocho 

de un color rojo intenso.
Para el frosting:

* 250-300 g. de queso crema tipo philadephia.
* 250-300 g. de queso mascarpone (puedes sustituirlo por 

más queso philadelphia si lo deseas).
* 400 ml. de nata para montar.
* 125 g. de azúcar glass.
* Una cucharadita de esencia de vainilla.
Elaboración:

El buttermilk es un ingrediente de repostería muy típico en 

EEUU, pero por aquí es muy difícil de encontrar. Puedes 

fabricar una versión casera añadiendo a la cantidad de leche 

requerida una cucharada de vinagre o zumo de limón y 

dejándolo reposar 5 minutos. No te asustes si toma aspecto 

de leche cortada, es así. Si no quieres hacer este mejunje, 

usa yogur natural.

- Precalentamos el horno a 180 grados.
- En un tazón grande, batimos el azúcar y los huevos hasta 

que esponjen.
- Agregamos la mantequilla, la sal y la vainilla.
- Tamizamos la harina, la levadura y el cacao juntos y los 

vamos agregando a la mezcla alternando con el buttermilk, 

en el que habremos disuelto el colorante rojo. Si ves que es 

necesario, añade más colorante.
- Mezclamos el bicarbonato con el vinagre. Harán reacción 

enseguida. Antes de que la reacción cese se lo añadimos a 

la mezcla y removemos bien. Esto le dará una textura suave 

y ligera al pastel.
- Vertimos la mezcla en tantos moldes como capas 

queramos (la tradición manda que sean 4). También puedes 

hornear un solo bizcocho y cortarlo a mano, si te crees 

capaz. El tiempo 

de horneado dependerá de la opción que se elija, pero nunca 

será inferior a 30 minutos. A partir de ese momento hay que 

vigilarlo. Cuando al pincharlo con una aguja o un palillo, este 

salga limpio, sabremos que está hecho.
- Mientras el bizcocho se enfría prepararemos el frosting. Los 

quesos deben estar a temperatura ambiente para poder 

manejarlos mejor. Batimos el philadelphia con varillas para 

que este espumoso (no demasiado, para que no se corte). 

Hacemos lo mismo con el mascarpone. Los mezclamos y le 

agregamos el azúcar glass.
- Montamos la nata junto con la vainilla y la mezclamos con 

el queso esponjado, procurando que mantengan su textura. 

Utilizaremos esta mezcla tanto para rellenar el pastel como 

para cubrirlo por fuera. Hay que cubrirlo por completo, ya 

que así causa un impacto visual mayor al cortarlo, debido al 

contraste entre el blanco del frosting y el rojo del bizcocho.

Y ya está, una receta sencilla para un resultado 

espectacular. Si lo prefieres puedes hacerlo en versión 

magdalenas, que también son muy populares en Usa 

ese caso, pon el frosting en una manga pastelera con 

boquilla rizada y hazles una bonita cobertura. Te aseguro 

que ese alguien especial caerá rendida a tus pies con este 

delicioso pastel.